El Gobierno de Ecuador no será
blanco del espionaje de Estados Unidos ni de otros países, manifestó el
sábado el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, mientras aseguró que su
país investigará la supuesta presencia no acreditada de 50 militares en
la embajada estadounidense en Quito.
"Nosotros no vamos a permitir que se instalen equipos de espionaje", dijo el sábado el diplomático ecuatoriano, y adelantó la apertura de una serie de pesquisas "para evitar que seamos objeto de este tipo de atropellos jurídicos a nivel mundial".
Dicho personal militar, según Patiño, "depende del Comando Sur de EE.UU. y del Departamento de Defensa de EE.UU.", y no tiene nada que ver con la función de agregados diplomáticos para la coordinación de temas en materia de seguridad y milicia.
La legación estadounidense en Quito rechazó anteriormente la misma afirmación hecha por el presidente Rafael Correa, y expresó que sólo se trata de un grupo de 20 militares acreditados.
De acuerdo con Patiño, en octubre de 2013, cuando Quito inició una serie de investigaciones al respecto, personal estadounidense abandonó el país andino aunque admitió no tener el registro oficial, hecho que el canciller calificó de “muy raro”.
No se trata de la primera vez que el Gobierno ecuatoriano denuncia presunto espionaje o intromisiones por parte de la delegación estadounidense en su territorio.
Un episodio reciente: la salida del país de la Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos (USAID), acusada de financiar a grupos locales con el propósito de debilitar a los “gobiernos progresistas” de la región.
Asimismo, las relaciones entre estos dos países comenzaron a deteriorarse desde que Ecuador decidiera estudiar la propuesta de asilo político al exanalista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en ingles), Edward Snowden, quien reveló el espionaje masivo del gobierno estadounidense.
HispanTV
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