martes, 26 de noviembre de 2013

Capriles quiso volverse chicharrón.



Henrique Capriles, quien trató de hacerse la víctima de una supuesta agresión contra su persona, al declarar que personas desconocidas trataron de quemar su auto mientras   transitaba hoy por Maracay, ciudad ubicada  a 100 kilómetros al oeste de Caracas. Unos motociclista oportunos, según él, le salvaron de que se convirtiera en flaco chicharrón. 

Como era de esperarse, luego de  inventado el agravio o supuesta amenaza contra su integridad, aprovechó la ocasión para lanzar un tweet lleno de clara convocatoria oportunista:“Trataron de incendiar la unidad donde nos trasladábamos en Maracay! Les pido + que nunca votar #8D”. 

Al recibir esta noticia, me pregunto: ¿Estaba solo, acaso, él?  ¿Dónde se encontraba su escolta? Todo esto me huele a mero cuento.

La "trágica" historia de Capriles esta llena de humo, pues es él -y no otro-, quien tiene espíritu de pirómano y como reza el dicho: "Quien juega con fuego, se quema".

Percy Francisco Alvarado Godoy

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