lunes, 25 de marzo de 2013

Monumentos mesopotámicos destruidos bajo las orugas de tanques

ЮНЕСКО

La arqueología va perdiendo terreno en Medio Oriente en el sentido intrínseco de la palabra.

En diez años de guerra fueron destruidos importantes monunmentos culturales de ciudades bíblicas de Iraq. Desaparecieron cientos de miles de objetos de valor histórico. Muchos monumentos y santuarios quedaron en ruinas. Lo mismo puede pasar ahora con el patrimonio histórico de Libia y Siria.
Antes, prácticamente cada metro del territorio iraquí podía traer sorpresas desde el punto de vista arqueológico. Pero los diez años de hostilidades y bombardeos aniquilaron zonas arqueológicas depositarias de objetos históricos  jamás estudiados. El presidente del Instituto  ruso de Oriente Medio, Evgueni Satanovski, nos dio cierta idea acerca de la magnitud de los estragos:
—Podemos decir que Iraq ha dejado de ser un paraíso arqueológico. Tras la caída del califato omeya, Bagdad fue centro de la potencia árabe durante muchos siglos. Pero todos los hallazgos hechos en Iraq – los ladrillos de la puerta de la diosa babilónica Ishtar y los tesoros de oro correspondientes a la época de los sumerios, desaparecieron sin dejar huella.
Los bombardeos estadounidenses borraron de la faz de la tierra el museo de Tikrit y el de Mosul, famosos por sus ricas colecciones asirias de Nínive y Nimrud. Los historiadores tenían mucho miedo de que comenzaran los saqueos. Y efectivamente comenzaron. Fueron robados muchos objetos de valor expuestos en el Museo Nacional de Bagdad. Nos habló de su destino el director del departamento anti-contrabando de Jordania, Damin Al-Fawaz:
—Después de la guerra en Iraq, los robos de objetos históricos llegaron a su apogeo. Los ladrones utilizaban a Jordania como país de tránsito para llevar las cosas robadas a Europa y EEUU. Las investigaciones realizadas en Jordania e Iraq permitieron descubrir las respectivas rutas de contrabando. 
Un total de ciento setenta mil objetos desaparecieron del Museo Nacional de Iraq. Expertos en Rusia comparten la opinión de que los robos fueron cometidos por bandas de ladrones profesionales que, además, destruyeron los respectivos libros de inventario. Según historiadores, las probabilidades de recuperar la colección son ínfimas. Tampoco es de esperar el retorno de arqueólogos a Iraq, agrega Evgueni Satanovski:
—Desgraciadamente, no cabe duda de que las excavaciones arqueológicas no se reanudarán en Iraq en los próximos años e incluso décadas, o se llevarán a cabo con importantes limitaciones geográficas.
La situación en Bagdad preocupa mucho a la Comisión de la UNESCO. Los paisajes iraquíes con cráteres de bombas y ruinas de monumentos históricos  recuerdan el panorama del Valle de Bamiyán, en Afganistán, en 2001, donde los islamistas volaron gigantescas estatuas de Buda correspondientes al siglo II d.C. La opinión pública mundial expresó su condena a los talibanes. EEUU se mostró muy indignado. Pero luego inició su campaña militar en Iraq  y ahora tenemos lo que tenemos:  más de cien mil monumentos de arte y  cultura sumerios, babilonios, asirios, persas e islámicos, destruidos por bombardeos estadounidenses. Desafortunadamente, lo mismo está ocurriendo en Siria y Libia, donde  han sido arruinadas decenas de monumentos históricos.

La Voz de Rusia

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