viernes, 14 de septiembre de 2012

El asesinato de embajador de EEUU en Bengasi afecta la campaña electoral de Obama

El asesinato del embajador estadounidense Chris Stevens en la ciudad libia de Bengasi fue un acto planificado.
Sus autores aprovecharon friamente el asalto de una muchedumbre indignada al consulado de EEUU. La coincidencia de fechas con el aniversario de los atentados aéreos en EEUU fue, tal vez, fortuita. Así lo plantean tanto fuentes oficiales anónimas en la Casa Blanca, como los medios de comunicación israelíes.
Según sus datos, la eliminación física del embajador de EEUU fue una operación profesional de Al Qaeda. Sus ejecutores habían pasado prisión en Libia por delitos de terrorismo hasta ser liberados con la caída del régimen de Gadafi. Un llamamiento del líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahiri, publicado en Internet horas antes del atentado, les sirvió de señal para comenzar la operación. Al-Zawahiri instó a vengarse de los estadounidense por la muerte de Abu Yahya al-Libi, miembro directivo de Al Qaeda, de origen libio, muerto en junio en Pakistán, a raíz de un ataque de dron.
El Consulado de EEUU estaba asediado por islamistas locales indignados por la reciente transmisión en Internet de una película norteamericana con sátiras contra el profeta Mahoma, cuando los terroristas iniciaron su operación bajo la cobertura de la muchedumbre. Un grupo disparó con lanzagranadas contra el edificio, forzando al embajador y a sus guardaespaldas a salir afuera, y el otro esperó a que Stevens se subiera al auto para volarlo.
Esta versión será verificada por ambas partes en el marco de la investigación conjunta del atentado. En Libia ya se han producido los primeros arrestos. Las relaciones bilaterales no deben salir afectadas, sobre todo, porque el dirigente de Libia, Mohammed al-Makrif, ya se disculpó ante el pueblo norteamericano en conversación telefónica con Barack Obama. Por otro lado, no estaría de más que EEUU fuese algo más precavido con las fuerzas que pone en el poder en la región y que apoya actualmente en Siria, observa el asesor del rector de la Academia Diplomática del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Oleg Peresipkin:
–Los norteamericanos suelen pensar en lo táctico, lo del momento. Derrocaremos a Mubarak o a Gadafi, y a ver que pasa. Les falta visión estratégica, para tener claro quién merece ser apoyado y quién no. No tienen tiempo para pensarlo.
EEUU va a corregir su política respecto a los países gobernados por islamistas, supone el jefe del Departamento de Procesos Políticos Internos en el Instituto IMEMO de la Academia de Ciencias de Rusia, Vladímir Pantin:
–EEUU va a ser más precavido con su apoyo a los regímenes istamistas. Pero no se debe esperar cambios cardinales de la política de EEUU respecto a Egipto y Libia. Hay demasiada inercia. Demasiadas fuerzas están involucradas en estos procesos.
El rival de Obama en los próximos comicios presidenciales, Mitt Romney, aprovechó el atentado en Bengasi para ganarse un par de puntos más en la carrera electoral. Acusó a la administración del actual presidente de excesiva demora en su desaprobación de la escandalosa película, la que hizo pública en momentos cuando multitudes indignadas ya estaban atacando varias misiones de EEUU. Da verguenza ver a la Casa Blanca disculparse por la existencia de la libertad de expresión como uno de los principales valores estadounidenses, manifestó Romney. El próximo sondeo de intenciones de voto debe seguramente favorecer a Romney, opina Vladímir Pantin:
–Es un claro revés de Obama, porque su administración permitió que eso ocurriera, al no reaccionar oportunamente. Ahora le toca emprender acciones para mitigar de alguna manera la conmoción.
El asesinato del embajador estadounidense ha generado interrogantes que aún carecen de respuesta: ¿Para qué viajó Stevens a Bengasi? y ¿Por qué los numerosos servicios secretos no sabían nada de la preparación del atentado terrorista?

La Voz de Rusia

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