miércoles, 4 de enero de 2012

Predicciones sobre la muerte de Fidel: desencanto tras desencanto.


Este muerto, está muy vivo.
Percy Francisco Alvarado Godoy

Hace poco circuló en Twitter el anuncio de la muerte de Fidel, en un fallido intento mediático que solo muestra la impotencia y la frustración de sus enemigos. Sin embargo, no es la primera vez que  se fabrican estas macabras especulaciones.
La revista Newsweek, en diciembre de 2010, pareció intentar ganar lectores y aumentar sus ratings mediante noticias que carecieron de fundamento, acudiendo al dubitativo papel de los antiguos agoreros, especializados en predecir desgracias y males ajenos.
Esta vez, acudiendo a sus sibilas de oficinas, augures trasnochados detrás de sus burós de trabajo, falsos zahoríes de dudosos orígenes y  oráculos que harían encolerizar a los antiguos sacerdotes y a las pitonisas griegas y romanas, se lanzó a proclamar la muerte del Comandante en Jefe, Fidel Castro, para el año 2010, en unas predicciones que aparecieron en su sitio web y que lanzaron  en su edición impresa.
Quién sabe si fue una nefasta idea salida de un alocado  editor de la revista, luego de escuchar el tintineo de campanillas en algún lugar de ritos baratos, usar las cartas del Tarot o, simplemente, caerle una piedra sobre su cabeza a la que confundió con una Runa. Lo cierto es que esta revista lanzó, con todo el bombo y platillo inimaginable, las más importantes noticias políticas sobre sucesos que acaecerán el próximo año, entre las que se encuentra el deceso de Fidel.
Sin ambages, dijo Newsweek: "Fidel Castro ha estado enfermo por largo tiempo y el 2010 parece ser su último año sobre la faz de la Tierra''. (…)  "Cuba no cambiará de un día para otro, pero la desaparición de Fidel significará que todas las rigideces doctrinales asociadas con su nombre (falta de libertad de prensa, restricciones migratorias, culto a la personalidad, persecución a los homosexuales) serán reconsideradas''.
Newsweek llegó incluso a especular que el propio Obama se condolerá públicamente por el pretendido deceso y, de inmediato, las huestes contrarrevolucionarias miamenses se apresurarán a preparar sus maletas. En tal sentido, la revista declara que: “para finales del año entrante la secretaria de Estado, Hillary Clinton, anunciaría un plan para normalizar las relaciones bilaterales de cara al 2013.”
Parecen desconocer que está más que claro que la Revolución continuará más allá de un posible, naturalmente lógico e infortunado deceso futuro de Fidel. Su muerte, por supuesto, no significará el abandono de las banderas del socialismo en Cuba. Esto lo ignoran los agoreros de Newsweek, pero lo sostienen los principios de los cubanos.
Para propalar la noticia, aparecida el 23 de noviembre de 2009, se acudió nada menos que al plumífero Wilfredo Cancio  Isla y al libelo de la mafia miamense, The Miami Herald, despertando falsas esperanzas en los intolerantes mafiosos de Miami.
También para complacer a los enemigos ideológicos de la izquierda latinoamericana, Newsweek asimismo presagió la realización de un nuevo intento golpista contra Hugo Chávez, lo que no parece ser descartable dada la agresividad norteamericana y de la contrarrevolución anti bolivariana. Sin embargo, Venezuela está preparada y el pueblo sabrá responder cualquier maniobra contrarrevolucionaria que intente vulnerar las conquistas de la Revolución Bolivariana.
Con una carga mediática, sazonada en el más nocivo veneno ideológico, Newsweek anuncia para Venezuela un oscuro panorama de crisis económica, política y social, descontento en las bases de apoyo del gobierno y confabulación de los estratos militares con la derecha para ejecutar un nuevo golpe de estado.
No podía faltar, por supuesto, la adulonería de Newsweek con respecto a la administración de Obama, al vaticinar su victoria en Afganistán, como lo hizo después con Libia. Fue, sin lugar a dudas, un espaldarazo de la revista al mantenimiento de la aventura guerrerista en ese país, iniciada por el gobierno ultraderechista de George W. Bush. Irán, por supuesto, recibirá más castigos y sanciones auspiciadas por los sionistas israelíes y sus cómplices de EE UU, según predijo la revista.
Newsweek, como pájaro agorero de la mala fe, no profetiza nada bueno para los buenos y promete, dudosamente, la aparición de mágicas soluciones para que Estados Unidos superen la profunda crisis que los afecta con algunas señales positivas, como son  la disminución del desempleo por debajo del 9 por ciento, el repunte de la industria automovilística y un alza del índice industrial Dow hasta los 12,000 puntos.
LA MUERTE DE FIDEL COMO INSANA OBSESION DE BRUJOS EMBAUCADORES.
No solo Newsweek se ha dedicado a predecir rumores sobre una posible muerte de Fidel. Una caterva de brujos y falsos adivinadores se han enriquecido a costa de la ingenuidad de muchos y el odio irracional de los menos, al propalar rumores sobre el deceso del Comandante en Jefe. La CIA no ha dejado de planificar, organizar y propalar estos falsos rumores en más de una ocasión.
Hace un tiempo, en noviembre de 2009, la muerte de Fidel era uno de los asuntos más buscados en Google. La especulación, las falsas teorías, la desesperación de sus detractores y enemigos ideológicos por verlo más vivo que nunca, más inteligentemente incisivo que antes en cada una de sus Reflexiones, su renuencia también a aparecer frecuentemente en público, han levantado todo tipo de especulaciones sin fundamento. Todo esto es el punto de partida de este fenómeno mediático relacionado con su persona.
Tanto Perez Hilton, un cuestionado bloguero que lucra al denigrar a figuras públicas, quien anunció la muerte de Fidel en el 2007, como el poco certero Brujo Mayor de México, quien predijo igualmente la fatídica noticia,  muchos han sido los especuladores traicionados por sus dudosas predicciones.
También otros se han encargado de aprovecharse de la obsesión mediática en torno a Fidel introduciendo en Internet varios virus informáticos sumamente dañinos. El 22 de enero de 2007 la Asociación de Internautas anunció la propagación de un virus del tipo troyano downloader en que se decía: “Fidel Castro dead" (Fidel Castro ha muerto), contando con un fichero adjunto  ejecutable en el correo y con extensiones como video.exe; full video.exe; read more.exe, full text.exe y full clip.exe.
El gran papelazo en torno a una presumible muerte de Fidel lo realizaron los propios servicios de inteligencia de Estados Unidos, cuando el 2 de junio de 2008 circuló un informe de los servicios de inteligencia estadounidenses, quienes daban ya por cadáver al Comandante en jefe y preveían un ambiente de estabilidad en el país ante el suceso.
Según el  director de Inteligencia Nacional, Michael McConnell, en un informe presentado ante el Senado estadounidense, declaró: “Consideramos que la situación política seguirá estable, al menos en los meses iniciales, tras la muerte de Fidel Castro”.
El 13 de agosto de 2008, la ciudad de Madrid vio con asombro a un puñado de histéricos anticubanos desfilar por sus calles convocados por la organización contrarrevolucionaria Plataforma ‘Cuba Democracia ¡Ya!, para celebrar, según ellos, el “último cumpleaños del dictador Fidel Castro”. Por supuesto, en el 2009, Fidel celebró junto a su pueblo su onomástico, cada vez más recuperado y lúcido.
Un tiempo después, el 15 de enero de 2009, otro libelo de la mafia miamense, El Diario de las Américas, circuló el anuncio de una presumible muerte de Fidel luego que no apareciera en público con posterioridad a su encuentro con el  presidente chino, Hu Jintao, a mediados de noviembre de 2008. Como era de esperarse, incluso la propia Policía de Miami Dade  empezó a analizar la contingencia para las actividades festivas que desataría la euforia irracional y recalcitrante de los mafiosos de Miami.
Para salir al paso a las tontas especulaciones de los falsos agoreros y de sus irracionales detractores y enemigos, fue el propio Fidel quien declaró el 24 de enero del 2009, en una de sus Reflexiones, que se encontraba bien de salud y  reconoció  la posibilidad de su muerte algún día, incluso antes de que termine el período presidencial de Obama. Hoy Fidel trabaja y orienta, haciendo valer su legítimo prestigio ante los pueblos del mundo y su voz se ha convertido en una defensora de los derechos de la humanidad por su supervivencia.
Por su parte, sus más intolerantes enemigos sueñan con una idealizada época post Castro, tal como se puso de manifiesto en una carta del 24 de marzo de este año enviada al presidente Obama por la crema y nata de la ultraderecha norteamericana dentro del Congreso norteamericana, cuyo texto dice: “A continuación por favor vea el texto de una carta que envié hace unos días conjuntamente con mis colegas Debbie Wasserman Schultz, Ileana Ros-Lehtinen, Kendrick Meek, Mario Díaz-Balart, Albio Sires, Robert Andrews, y Frank Pallone, todos miembros del Comité Parlamentario Pro-Democracia en Cuba del Congreso de Estados Unidos, al Presidente Obama sobre la política de Estados Unidos hacia la tiranía cubana: (…) “Demasiados en la comunidad internacional están buscando ayudar a la diarquía cubana en su meta de obtener concesiones unilaterales de Estados Unidos para su intento de imponer una sucesión absolutista tras la muerte de Fidel Castro. Es críticamente importante que la comunidad internacional reciba un claro mensaje de que la Administración Obama se mantiene firme y claramente a favor de una genuina transición democrática en Cuba, y que no le concederá a la tiranía cubana ninguna concesión unilateral. Su Administración debe urgirles a todos nuestros amigos en la comunidad internacional que se unan a Estados Unidos en exigir la convocatoria de elecciones libres, multipartidistas para Cuba.”
Una de los signatarios de esta carta a Obama, Ileana Ros Lehtinen, afirmó a los realizadores del documental inglés 638 Ways to Kill Castro (638 maneras de matar a Castro), sin el menor escrúpulo, “Apruebo la posibilidad de ver a alguien asesinar a Fidel Castro.”
Otra voz diferente y legítima, la de la famosa escritora estadounidense y ganadora del   Premio Pulitzer 1983, Alice Walker  dijo, por el contrario,  una gran verdad sobre Fidel, concreta y sencilla, pero indiscutible, el pasado 1 de agosto de 2009: “No han podido matarlo y eso les ha molestado. No han podido matar a ese hombre que ha persistido en ser quien es, durante años, frente al país más poderoso de la Tierra. Es algo asombroso”.
LA MANO ASESINA DE LA CIA CONTRA FIDEL CASTRO.
Alicia Walker tiene toda la razón. A pesar de que la propia CIA especuló el 15 de diciembre de 2006 que a Fidel le quedaban pocos meses de vida, según dijo con aires de pitoniso  al The Washington Post,  nada menos que John Negroponte, uno de quienes se ha involucrado en varios planes para privarle de la vida de forma violenta, contando con sus acólitos terroristas de la mafia de Miami.
Tal como señaló en una oportunidad el periódico The Guardian,  la CIA y sus asalariados de origen cubano han atentado contra Fidel en  638 ocasiones, padeciendo el bochorno de nunca haber tenido un plan exitoso al respecto, a pesar de que cada  plan de asesinato le rompía el coco a los mejores especialistas de la Agencia por su absurda y atrevida imaginación.
Lo cierto es que no hubo una sola de las administraciones norteamericanas que no diera luz verde a los planes magnicidas de la CIA y de los terroristas de origen cubano contra Fidel. Las cifras así lo demuestran: 38 planes con  Eisenhower, 42 con Kennedy, 72 con  Johnson, 184 con  Nixon, 64 con  Carter, 197 con  Reagan, 16 con Bush y 21 con Clinton. En los casos de George W. Bush y Obama, aún falta por sacar a la luz pública la trama macabra de los planes de magnicidio fabricados en Langley o en cualquier siniestra oficina que sirve de sede a las gentes de la Fundación Nacional Cubano Americana, al  Consejo por la Libertad de Cuba, a Alpha 66, a los Comandos F4 e, incluso, en las lujosas oficinas de Ileana Ros Lehtinen o de los hermanos Díaz Balart.
Aunque parezca  que la CIA ha dejado atrás sus viejos e inútiles sueños de asesinar a Fidel, recogidos en la Operación ZRRIFLE y muchos de los cerebros del Equipo de Servicios Técnicos de la CIA hayan muerto ya, sus jefes más importantes, así como sus añejados enemigos ideológicos, aún sueñan con su muerte. Se lamentan a regañadientes al recordar cada fracaso y la frustración de haber estado en 164 ocasiones cerca de lograr su fatídico propósito. Pero Fidel, a pesar suyo, sigue vivo.
Hoy los enemigos de la Revolución Cubana apuestan por su deceso natural. Pero Fidel, combativo siempre, le dará mucha pelea hasta a la propia muerte.

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